Sistema inmerso

Se llama “Embedded System”, o “Sistema Inmerso” a un sistema computacio­nal inmerso o “embebido” entre dispositivos electrónicos. O como lo define Phillip Laplante, “los sistemas inmersos son los que se encuentran en sistemas que no son en sí computadoras”. Mientras que una computadora personal está diseñada para llevar a cabo una multitud de tareas de propósito general, un sistema inmerso está diseñado para llevar a cabo funciones específicas. Es por eso que en un sistema inmerso no encontraremos forzosamente un monitor, un teclado, o un mouse. Los sistemas inmersos han ido evolucionando y cada vez son la solución a un creciente número de diseños digitales, aunque han conservado sus dos com­ponentes básicas originales, el software y el hardware. El software, que en el caso de los sistemas inmersos es llamado “firmware”, se utiliza como controlador, mientras que las funciones que requieren un mayor procesamiento de datos sue­len implementarse en hardware

Características de un Sistema Inmerso

Hoy en día, el 97% de los microprocesadores se utilizan en sistemas inmersos y no en computadoras de propósito general. Sus aplicaciones están en todas partes: automóviles (encendido, frenado, tablero), teléfonos celulares, reproductores de música MP3, cámaras digitales, videograbadoras, cirugía robotizada, electrodo­mésticos (lavadoras, hornos de microondas, refrigeradores, cafeteras). 

Un sistema inmerso posee ciertas características que no siempre comparten los sistemas de propósito general. Primero que nada, tiene una funcionalidad so­fisticada, enfocada totalmente hacia su aplicación específica. Por otro lado, su operación es normalmente en tiempo real. En otras palabras, si no se cumple a tiempo con una tarea agendada, el sistema habrá fracasado. Otra característica importante es que debe tener un bajo costo de fabricación, puesto que normalmente los sistemas inmersos se fabrican en cantidades muy grandes (por ejemplo, en el caso de los teléfonos celulares) y están orientados a todo tipo de usuarios. Por último, un aspecto crucial en su diseño es que deben tener un consumo de potencia muy bajo, ya que muchos de estos sistemas funcionan con baterías, y deben operar por períodos más o menos largos. Un sistema inmerso también debe funcionar, en general, sin supervisión hu­mana; no se puede dejar ningún detalle de su operación al azar, esperando que habrá un usuario frente a él que pueda detectar alguna falla, como en el caso de la PC Y debe ser, sobre todo, seguro y confiable, evitando a toda costa posibles da­ños a los usuarios en sus personas y en sus bienes. Por último, hay que considerar que el firmware no podrá actualizarse igual que el software, por lo que su diseño debe ser satisfactorio desde un principio. 

Según sus aplicaciones, los sistemas inmersos pueden clasificarse en cuatro grandes categorías: 
  
  •  Similares a sistemas de propósito general (PDA´s, videojuegos, cajeros auto­máticos)
  • Sistemas de control (motores, control de vuelo, reactores nucleares)
  • Procesadores de señales (reproductores MP3, DVD’s, radares, sonares)
  • Comunicaciones y redes (teléfonos celulares, aplicaciones de internet, etcétera)

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